Una nueva diligencia de clausura del Botadero de Maynas, conocido en Iquitos como “El Treinta”, se realizó el martes 9 de octubre, a dos meses de haberse realizado una anterior clausura con más de una observación en el acta.
El botadero de Maynas, ubicado en el km 30.5 de la carretera Iquitos-Nauta, en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana (RNAM), representa desde hace más de once años un problema ambiental para la mencionada área protegida y para el río Nanay, principal abastecedor de agua y recursos para la ciudad de Iquitos.
Hace once años se inició el proceso judicial que ha dado pie a la clausura ejecutada el pasado 1 de agosto, la cual no dio por finalizado este caso debido a que la diligencia ordenada por el juez del Segundo Juzgado Civil de Maynas, mediante la Resolución 146 “que resuelve ejecutar la sentencia que ordena la clausura del botadero, en respuesta al proceso de amparo interpuesto en el 2007”, se desarrolló con más de una observación de las partes demandantes, las mismas que fueron consignadas en el acta de clausura.
“La diligencia estuvo muy enredada por las propias partes, pues no existían los instrumentos técnicos que puedan determinar el espacio físico del botadero, el cual debió ser clausurado, pero solo se lacró la puerta de acceso”, manifestó Federico Contreras, abogado de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) de Iquitos.
Las observaciones, entendidas como negligencias en el primer cierre efectuado, supusieron la continuidad del proceso en el cual surgieron nuevas trabas, como la renuncia del juez y la suspensión de una segunda clausura programada para el 24 de agosto.
Nueva clausura con observaciones
La nueva clausura, del pasado 9 de octubre, solo consistió en lacrar los accesos y una parte del perímetro que correspondería al botadero. No se ingresó al terreno donde funcionaba, que se supone se encuentra sin uso en la actualidad y en proceso de reparación.
Debido a que no se permitió el ingreso al local, no se pudo constatar el estado interior del botadero, que estaría atentando contra la biodiversidad de flora y fauna de la región Loreto.
En esta ocasión, participaron en la diligencia de clausura el procurador de la Municipalidad Provincial de Maynas, el abogado de la empresa Brunner, ambos de la parte demandada. Por la parte demandante, asistieron representantes de la SPDA y una especialista de actos externos del Poder Judicial (PJ).
En la diligencia, solo la SPDA llevó un instrumento de medición (GPS) para cotejar que el área a clausurar correspondiera con las coordenadas del botadero según la resolución que ordenaba el cierre. Esta información fue anotada como observaciones en el acta de clausura.
El caso del botadero de Maynas, emblemático en Iquitos por su peso mediático y la problemática que acarrea para la biodiversidad y salud pública, continúa sin ser resuelto satisfactoriamente.
Según la SPDA, el tema del manejo y la disposición final de los residuos sólidos debe ser tratado con urgencia por las recién electas autoridades de la región Loreto y de la provincia de Maynas.